En estos campos de refugiados viven más
de 250.000 saharauis, sobre todo niños, mujeres y ancianos, que sufren
los rigores del más duro desierto, mucho frío en la noche y muchísima
calor en el día.
Después de más de 30 años en esta situación, los refugiados saharauis sólo pueden vivir de la solidaridad de otros pueblos.
Alimenta una Esperanza.
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