lunes, 12 de enero de 2015

Microcuento:Palabras con tilde.

Una tarde estando en casa, llegó una carta procedente de Sevilla. En ella decía que el club de fútbol Real Betis me invitaban a pasar un día de partido entero junto al equipo. En ese momento no me lo podía creer:
YO -¿Qué dices mamá?
MAMÁ -Pues eso, que te invitan a pasar un día con el equipo

Ese mismo fin de semana salí hacia Sevilla, donde me esperaba un día fabuloso. Mientras, allí, el presidente del Betis comunicaba a Pepe Mel (entrenador del equipo) mi llegada ese mismo día y el plan que tenían pensado para mí. Al instante, Mel comunicaba a los jugadores la decisión del presidente:
PEPE MEL -Hoy pasará el día con nosotros César...
RENELLA -¿Y quién es ese míster?
PEPE MEL -César es un niño fanático del club, que siente los colores y el escudo como uno de tantos béticos más. Ah, y sobre todo es gran fan tuyo Rubén.
JORGE MOLINA -¿Cuál es nuestra función entonces en el día de hoy míster?
PEPE MEL -Tenéis que hacer que se sienta como uno más del equipo, como si fuera el jugador emblema del equipo.

Al llegar al hotel de concentración del equipo, yo aún no me creía nada de aquello. Un trabajador del club fue el encargado de ir a por mí y de llevarme junto a los jugadores. También le dieron a mis padres y a mi hermana las entradas para que pudieran ir a ver el partido desde el palco del estadio. Fui junto a él a una sala donde estaban reunidos los jugadores con el entrenador hablando de como debían de jugar aquel partido. El primero en verme fue Mel, que me indicó que me sentara al lado de mi ídolo, Rubén Castro.

El camino hacia el estadio fue increíble. Yo iba en el autobús con ellos, y solo me preguntaba "¿Cuánto quedará para llegar al estadio?, ¿Cuánto quedará para llegar al estadio?..." El ambiente era impresionante, y los aficionados no dejaban de animar todos a una sola voz. Al llegar al vestuario, me dieron una equipación y la camiseta de entrenamiento del equipo, la cuál me puse. Antes de salir al campo a jugar, durante la charla previa del míster, Álvaro Cejudo se sentó a mi lado y me preguntó:
ÁLVARO CEJUDO -¿Cómo te sientes antes de saltar al campo?
YO -... (como es de esperar, en ese momento no me salían las palabras, a lo que Cejudo soltó una carcajada y empezó a animarme)
ÁLVARO CEJUDO -Va César, disfruta de este momento como lo que eres, uno más de esta gran familia que es el beticismo.

Antes de saltar al césped, Mel me cogió y me explicó una cosa:
PEPE MEL -Vas a tener la posibilidad de dar una patada al balón ante los ojos de miles de personas
YO -¿Cuándo?
PEPE MEL -Antes del pitido inicial del partido. Vas a hacer el saque de honor hoy César.
En ese momento me sentí el chico mas afortunado del planeta Tierra y de todos los alrededores.

Tras realizar el saque de honor, me acerqué a uno de los utilleros y le pregunté:
YO -¿Desde dónde veo el partido?
UTILLERO -Aquí en el banquillo, junto al resto del equipo.

El partido fue un partidazo, ganando el Betis 3-1 al Valladolid. Al concluir este, los jugadores me firmaron una camiseta y me dejaron que me hiciera una foto con cada uno de ellos. Además, Castro me dio también su camiseta.

Había sido un día perfecto, un día que yo ni siquiera podía llegar a imaginar. Al día siguiente cuando se lo contaba a mis compañeros ninguno podía creerlo y me miraban con ojos de sorpresa. Sin duda alguna, uno de los mejores días de mi vida.




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